La “Tato” de La Fiera y Clara Montes de Pampa Ilusión, al ser mujeres transgresoras y de espíritu libre, son recordadas con especial cariño por Blanca Lewin. La actriz nacional – ampliamente galardonada por su trabajo en cine, teatro y televisión – confiesa gran felicidad al retornar poco a poco a los escenarios. Desde la autocontemplación, confiesa seguir batallando por encontrar un lugar nuevo en este apasionante oficio. “Uno que me permita crecer artísticamente. Y lo más difícil, que me permita estar presente y disponible para las personas que amo y con quienes he elegido compartir este camino”.
Entrevista de Cristian Muñoz Caces
Fotografía y producción: Guille Vargas Pohl
Maquillaje y cabello: Ely Gaby – Instagram @ely.gaby
Vestuario y accesorios: www.porquetevistes.com
Exprime su tiempo a concho para cumplir. Y es que la agenda de Blanca Lewin está copadísima entre grabaciones, funciones presenciales de teatro, escuela, niños, casa, mascotas, marido… y un largo etcétera. ¿Tiempo libre? Pocazo – responde -, aunque le encanta leer y escribir (y el año pasado descubrió que también le gusta bordar). Justamente, está trabajando en liberar algo de espacio para ella misma.
Y así, con lo último de batería, pero con gran dedicación, se desconecta del ajetreado día para responder a altas horas de la noche la entrevista de Costa Magazine. Hay que decirlo, nos reconocemos como admiradores del talento y entrega de esta gran actriz nacional, y junto a ella recordamos con especial cariño a memorables personajes que encarnó en la época dorada de TVN.
Cómo olvidar a la “Tato” de La Fiera o Clara Montes de Pampa Ilusión, “ambas mujeres transgresoras desde distintos puntos de vista: una desde su inocencia, la otra desde una intención de provocar e incomodar, pero ambas de espíritu libre. Quizás eso me ayudó también a personificarlos con total libertad”, reflexiona.
“Son personajes que leídos desde el presente se han resignificado […] De la Tato hoy se dice que fue una pionera del poliamor (concepto que no existía en 1999, con suerte la poligamia que era algo totalmente pecaminoso) y Clara Montes, una feminista de 1935, que era capaz de poner sobre la mesa temas que hoy siguen en discusión. Me encanta imaginarlas a ambas 20 años después – añade Blanca -. Y me encantaría interpretarlas a cada una con 20 años más. Eso es muy bonito, y por eso las quiero mucho a las dos”.
TRES lugares favoritos en el mundo: “Mi hogar, un escenario o set de filmación, una ciudad linda donde nadie me conozca y que yo no conozca aún”
En la actualidad, al menos entre las quincenas de septiembre y octubre, Blanca disfruta el retorno gradual a los escenarios. Participando de la comedia “Perfectos Desconocidos” ha vuelto a experimentar la ovación y cariño de la gente, esos aplausos presenciales ansiados durante largos meses por grandes artistas. La invitación es ¡ahora ya! – destaca -. “Me gustaría decirle a la gente que se apuren en ir a verla, pues me parece que todos hemos aprendido que hay que vivir hoy, en el presente. Nadie sabe lo que puede pasar mañana”.
Una hilarante comedia basada en la película italiana de 2016 y cuyo guion adaptado fue realizado por Guillermo Francella.
“Perfectos Desconocidos es una obra de esas que funcionan como un reloj. El público entra en el juego de inmediato, es un público ávido, muy participativo, de aplauso generoso. Pone en cuestión muchas cosas para reflexionar, nos permite reírnos de nosotros mismos, de identificar los micromachismos. Yo espero que no nos pegue fuerte una nueva ola de esta cuestión y podamos seguir haciendo funciones, porque la obra es hermosa, entretenida, divertida, y todos necesitamos ese espacio de distensión hoy”.
En más de una ocasión fuiste musa del director y productor de cine Matías Bize, ¿qué destacarías de su trabajo?
“Nos conocimos siendo muy jóvenes. Yo empezaba mi camino profesional como actriz y Matías estaba apenas en segundo año en la Escuela de Cine. Me interesaba mucho explorar y desarrollarme como actriz de cine y encontré en él un joven director al que le interesaba particularmente el tema de la actuación. En general mi relación profesional con él – si tuviera que resumirlo en una línea – se traduce en que él siempre me propone un camino muy riesgoso al que yo me lanzo con la certeza de que no soltará mi mano. Me gustan las directoras y directores que llevan de la mano al actor o a la actriz. En general no he tenido tantas experiencias así y me parece que es fundamental para lograr un buen trabajo, en el que tanto intérprete como director/a se puedan lucir”.
Te has consolidado por más de dos décadas con roles memorables, recibiendo galardones nacionales e internacionales. Hoy, en un ejercicio de autocontemplación, ¿cómo percibes a Blanca Lewin?
“Si empezara a contestar desde el lugar del halago me estaría haciendo un flaco favor, porque me quedaría cómoda ahí y limitaría mi posibilidad de crecer. Puedo contestar lo obvio: miro hacia atrás, miro lo que he construido, y estoy muy contenta con lo que veo. Pero no ha sido un camino fácil ni exento de crisis. Yo soy de atravesar esas crisis. A veces en esa travesía pierdo el rumbo y otras voy encontrando un camino que me da más seguridad y felicidad. Pero en ellas encuentro también una fuente de sabiduría, y ya que me pides que me autocontemple; hoy quiero volcar todo eso hacia un lugar creativo. Algo que me permita reconocerme también en la duda, en la fragilidad, en la inseguridad. Hoy me veo a mí misma como alguien que sigue batallando por encontrar un lugar nuevo en relación a mi oficio. Que me permita crecer artísticamente. Y lo más difícil, que me permita además estar presente y disponible para las personas que amo y con quienes he elegido compartir este camino”.
Entre otros proyectos te preparas para la obra Las Exiliadas, con un formato bastante interesante.
“Las Exiliadas es una obra que forma parte de la trilogía “Viña: Tres comedias en traje de baño” del autor Sergio Vodanovic. Un proyecto muy interesante porque fue pensado desde las nuevas posibilidades y formatos surgidos en la pandemia, mezclando lo teatral con lo cinematográfico. Por otro lado, la mirada crítica frente a una sociedad desigual la vuelve muy vigente hoy – la trilogía es de 1963 -, increíblemente vigente en un país donde prejuicios y distanciamientos sociales siguen siendo los mismos”.
Mención aparte a la gran Gabriela Hernández ¿no?
“Me tocó por primera vez trabajar con la gran Gaby Hernández que en apenas unos días me enseñó muchísimas cosas. La dirección de Héctor Morales es maravillosa, por aprovechar de mencionar a otro amigo/director con el que me he sentido llevada de la mano en diferentes proyectos (Relatividad y ahora Las Exiliadas). Estará disponible desde mediados de octubre a través de la plataforma digital de Corpartes. Es un trabajo bellísimo, es una invitación a una experiencia distinta, un cruce entre dos de las cosas que más amo: el teatro y el cine”.
Se nos va el 2021, ¿qué te queda por hacer?
“Actualmente estoy participando en CYDONIA, dirigido por Juan Pablo Arriagada, un proyecto regional – que en formato de miniserie de cuatro capítulos – se enmarca en el género de la ciencia ficción y acción que explora en el mundo de realidades paralelas”.
¿Y en noviembre?
“Viajo unos días a la Amazonia ecuatoriana por una participación en la película NUNKUI, que se inserta al interior de una comunidad Shuar cuyas tierras se ven amenazadas por el avance de la industria minera. Es un proyecto muy bonito, una especie de coming of age de una niña/adolescente que está atrapada entre las ganas de salir de su comunidad atraída por los discursos capitalistas y la cosmovisión que está representada por las mujeres con las que vive y los espíritus de la tierra”.
¿Cómo llegaste a este proyecto?
“Fui convocada por Isabella Parra, productora ecuatoriana de Caleidoscopio Cine a quien conocí hace unos 17 años en un festival y que junto a su casa productora se asoció a otra chilena, Raki Films de Joy Penroz y Sylvain Grain. Conocí hace poco vía zoom a la directora del proyecto, Verenice Benítez, quien lleva al menos una década investigando estos temas y que me sumergió rápidamente en la historia reciente de las colonizaciones hacia el pueblo Shuar. Me hace mucho sentido hoy participar de un proyecto liderado por mujeres, pues hablar de la tierra también es hablar de algo muy femenino. Es hablar de fertilidad, es hablar de quedarse en casa a criar, es hablar de mujeres que cuidan a otras mujeres”.
Comida favorita: “Uf, me gusta todo. En la variedad está el gusto, dicen”
Placer culpable: “Esto me da mucha vergüenza: presionar para que salgan grasitas y puntos negros. Guácala”
Actriz o actor que admiras: ¡Muchísimos! Pero por mencionar unos pocos, en Chile: Amparo Noguera, Gabriel Urzúa. De Argentina, María Onetto, Lorena Vega. USA, Christian Bale, Laura Dern”
Libro que recomendarías hoy: “Ladrilleros, de Selva Almada. Poeta Chileno, de Alejandro Zambra. Ambos los leí el 2020 y me marcaron profundamente”
Chilenismo que te encanta o que usas a menudo: “Puchacai, Peoresná”