Colores vivos, explosivos, vibrantes de energía toman forma en el pincel de Alejandro Moreno, consultor que en plena pandemia retomó su talento artístico retratando al estilo Pop-Art el apego que sentimos por nuestras mascotas.
Escrito por Cristian Muñoz Caces – Fotografías cedidas por el artista
No lo imaginó ni en el mejor de los escenarios. Alejandro Moreno pintaba por afición desde los 16 años. Veinte años después, el estallido social y la pandemia le obligarían a reinventarse. “Nunca en mi vida vendí un cuadro, y desde abril a la fecha ya van más de doscientos”, expresa feliz el consultor con experiencia en ámbitos de formulación y desarrollo de proyectos.
El acrílico sobre tela se enmarca en vivos y explosivos colores que en menor o mayor formato sugieren una inyección de energía. – Mis cuadros son alegres, y eso busco proyectar – remarca el ahora pintor.
¿Sólo Mascotas? “Así comenzó todo – responde -. Subí a mi Instagram el cuadro de un perrito que retraté al estilo urbano y me hicieron mi primer pedido, fue un 3 de abril”.
De allí en adelante, se las arregló para obtener mayor difusión. Pintó la mascota de Jhendelyn Núñez regalándole el cuadro a la modelo. Acto seguido y, gracias a las redes sociales, las cotizaciones y pedidos aumentaron exponencialmente.
¿Cómo vives esta singular y positiva experiencia en plena pandemia?
“Nunca imaginé que llegaría a vender hasta tres cuadros por día. La pintura siempre fue mi plan C. Tenía un Instagram @ale.moreno.art pero sólo me seguía mi familia y cercanos. Hoy supera los ocho mil seguidores”.
¿Por tu relato siempre hubo plan A y plan B?
“Trabajaba como consultor en la Universidad del Pacífico, pero quebró. Así y todo siempre tuve un plan B al importar principalmente ropa desde Brasil y abrir un par de tiendas en Santiago. Pero el estallido social me dificultó mantenerme en pie, luego con la pandemia se hizo imposible”.
Sacaste entonces a relucir tus dotes artísticas.
“Desde los 16 años pintaba de todo, gorras, camisetas, cualquier cosa. Más que todo para hacer regalos. Pero me vi forzado a reinventarme retratando al estilo del arte urbano aquel apego o amor incondicional que sienten muchos dueños por sus mascotas”.
En vez de oferta demanda, esto funciona al revés…
“Exacto. Y es que la mayoría de los pintores suben sus obras, cuadros que pintan según sus propios gustos. En mi caso funciona demanda-oferta. Retrato los pedidos que me hacen los clientes, en un comienzo de sus mascotas, pero también de grupos familiares”.
Ahora, ¿siempre escoges colores vivos?
“Pienso que la gente está un poco aburrida de su entorno o decoración habitual, está buscando renovar y otorgar un nuevo aire a sus espacios. Especialmente cuando vivimos tiempos de incertidumbre nos viene bien recargarnos con un ambiente lleno de energía, con colores vivos, alegres”.
Hay una frase con la que te sientes particularmente identificado…
“Para mí es ´Serás quien quieras ser´. Imagínate que ahora todos me llaman el pintor, cuando siempre fue una afición, pero me atreví, es todo cuestión de actitud. No importa si tu primera idea o emprendimiento no te resulta. Busca otras opciones, no le temas al ensayo error, al final serás quien quieras ser”.