La filosofía de Chilehuerta apunta a una vida autosustentable. Es decir, aprender a mantenernos a lo largo del tiempo sin agotar los recursos naturales ni dañar el medio ambiente. Intentar satisfacer nuestras necesidades básicas – energía, vivienda, alimentación o sustento – sin tener que depender de medios externos.
Un paso fundamental en este camino, es reutilizar la mayor cantidad de residuos domésticos posibles. Un gran gesto con el planeta es reciclar las botellas de vidrio. Para que te hagas una idea, 3 mil botellas recicladas equivalen a mil kilos menos de basura que van directo al vertedero.
Y no sólo eso. El vidrio es un material que puede ser reciclado al 100% y tiene infinitas vidas. Al otorgarle un nuevo fin, evitamos el uso de nuevas materias primas como la arena de sílice, carbonato de sodio y arena caliza. En términos simples, al reciclar vidrio estamos evitando la degradación del suelo.
Por las razones anteriores, les propongo que recolectemos todas las botellas de vidrio que tengamos para ocuparlas en nuestros mini-invernaderos.
Básicamente, las botellas cumplen la función de absorber el calor durante el día para soltarlo durante la noche. Un dato útil: si las rellenas con agua o arena captarán más calor.
Para ello, tomaremos nuestro cajón o mesa de cultivo– elaborado con cualquier tipo de madera – donde hemos plantado almácigos (recomendables para esta época estival) y colocaremos todas las botellas en el piso o parte inferior del armado.
No lo olvides: Con un día nublado la tapa puede quedar semiabierta. Con mucho calor, es mejor destaparlo entero para que respire. En la noche se cierra la tapa del semillero.
Recomendamos cultivar frutos, pimientos, ají, berenjena, tomate, zapallo, sandía, melón o pepino. Búscanos en nuestras redes sociales y escríbenos sobre tus resultados, o sobre las dudas que tengas en el camino a una vida autosustentable.