Descubrir las ricas tradiciones textiles en comunidades andinas del Perú, Chile y Bolivia inspiró a Mei Lang Loo a crear su marca homónima con colecciones que rescatan un legado ancestral y nos invitan a volver al origen. Presentando una propuesta de diseños atemporales y sin talla, evitando eliminar residuos, esta diseñadora nacional nos muestra cómo la moda puede ser un agente de cambio positivo para el medio ambiente.
Por Marcela Cademartori
Fotografía @mariomedinacarvajal
www.meilang.cl
Un viaje a Perú hace una década atrás, en donde descubrió las telas que elaboraban pequeñas comunidades andinas, fue para Mei Lang Loo la hebra que la inspiró a crear el relato que más tarde se convertiría en el sello de su marca.
“Hablamos de un oficio ancestral casi perdido – telas hechas a mano – que incluye el pastoreo y cuidado de animales, hasta el esquilado, limpieza, hilado y posterior tejido de la fibra. Un trabajo realizado por personas que aún respetan los ciclos naturales de la tierra”.
Dicha tradición se ha convertido en la identidad de esta diseñadora de vestuario, quien ha desarrollado una colección que rescata diversas manifestaciones textiles andinas aplicándolas a la moda contemporánea, invitándonos a volver al origen, a reconectar con lo natural a partir de prendas únicas y originales, donde lo hecho a mano cobra gran valor.
“Muchos de quienes producen estas telas son personas mayores, por tanto hay que respetar los ritmos bajo los cuales ellos funcionan. Además, son oficios que se han ido perdiendo en el tiempo. Para mí cobra relevancia hacer que estos perduren y entregarles una vitrina a partir del diseño de vestuario”.
Desde esta mirada y trabajo en conjunto, Mei Lang ha logrado desplegar un espacio de confianza con comunidades andinas de Chile, Bolivia y Perú, proceso que le ha significado un aprendizaje constante para entender y respetar su forma de vida y creencias, las cuales inciden en todo el proceso creativo.
DISEÑOS ATEMPORALES
Bajo el concepto de moda lenta Mei Lang concibe su proceso creativo. “Se respetan los ciclos de la naturaleza respecto a la recolección de la materia prima que es lana de oveja, fibra de alpaca y llama. Por tanto, mi propuesta apuesta a una moda con diseños atemporales, que encajan tanto en hombres como en mujeres, prendas cómodas, y que en el proceso productivo no se pierda prácticamente ningún retazo de tela”.
La marca tiene en vitrina dos líneas de manera simultánea. Una es Legado, la cual usa el textil como medio para promover y reflexionar sobre el valor de la identidad de los pueblos y sus oficios ancestrales. “Establecemos un diálogo directo de colaboración entre comunidades de artesanos y diseñador”.
Un trabajo co-creativo, donde se tejen las telas en telares manuales con materia prima cien por ciento noble como lana de oveja, fibra de alpaca y llama. “Diseñamos prendas conservando la estética andina originaria, dándoles un nuevo valor para que perduraren en el tiempo”, explica la diseñadora nacional.
La otra es Esenciales, una línea de colores neutros, que busca crear diseños simples, confortables y de fácil combinación a través de algodones, linos y lanas. Apunta a simplificar y optimizar el acto de vestirse aportando hacia un camino al equilibrio, y a un consumo cada vez más útil y consciente.
“Para mí lo importante es que mi marca tenga un propósito y eso es lo que me ha permitido consolidar mi trabajo en el tiempo. Busco por un lado rescatar estos oficios que están quedando en el olvido y todo lo que eso conlleva, pero también quiero un diseño cero residuo, aportando de esta manera al medio ambiente”.
Preservando un legado ancestral de las comunidades andinas, Mei Lang nos invita a contemplar y vestir cada uno de sus diseños, a expresarnos y definirnos con un estilo de vida consciente con las personas y la tierra, con nuestros orígenes y tradiciones, donde una prenda de calidad e historia es posible y accesible.
Para conocer esta nueva mirada hacia el mundo del diseño, Mei-Lang Loo nos abre sus puntos de creación en @mei_lan_loo, en @tienda_modachile y en Vestidor Viña del Mar, un espacio colaborativo que comparte junto a 7 diseñadores.