El arte nunca formó parte de sus planes. Para Antonia (32) sus prioridades siempre estuvieron puestas en la ciencia, especialmente en la biología, área que la ha acompañado desde pequeña despertando su fascinación por la naturaleza. Pero el futuro le tendría preparado un inesperado desafío que hoy la convierte en una multifacética artista.
Licenciada de Ciencias Biológicas en el 2009, trabajó en laboratorios y divulgaciones científicas como el documental Wild Chile, pero la curiosidad por naturaleza se hacía cada vez más intensa, sabiendo que desde la posición que se encontraba no podía responder. Los años pasaron y las casualidades aparecieron: un pedido para una ilustración de unos animales fue el inicio de esta prometedora carrera.
Entre fotografías, óleo y acuarela, Antonia ha encontrado la respuesta para estar con la naturaleza frente a frente. Conversamos con la artista sobre sus obras, proyecciones e inquietudes que la llevan vivir entre la ciencia y el arte.
EL DESPERTAR ARTÍSTICO
La naturaleza siempre ha sido tu foco y por eso te dedicaste a estudiar sobre ella, ¿qué te llevó a querer retratarla?
“Habiendo estudiado la carrera me di cuenta que la aproximación de la investigación científica solucionaba algunas cosas, pero había otro ámbito que no abordaba y me interesaba mucho explorar. Me dejó un poco insatisfecha la carrera. Entre medio estudié un magister de periodismo escrito para hacer difusión científica y fue ahí donde empecé a dibujar como un hobby, copiando animales de la revista National Geographic a lápiz de pasta (risas)”.
¿En qué momento este pasatiempo se vuelve más serio?
“Fue muy rápido y fuerte. Me salieron unos trabajos y se fue armando todo. Partí con la ilustración que es naturalista, súper realista. Además en paralelo había empezado a sacar fotografías y ahí me fui dando cuenta que el lado de las artes abordaba ese lado de la naturaleza que me intrigaba. Me entregaba la otra mitad”.
¿Siempre supiste que tenías dotes para el dibujo, por ejemplo?
“No tenía idea. De chica siempre fue la científica de la casa. Mi mamá y mi hermana son artistas de profesión y claro, después me empezó a llamar la atención de grande; pero es verdad que nací en un ambiente artístico y me fui nutriendo siempre”.
HONGOS CHILENOS
En relación a la fotografía, se repite un patrón: los hongos. ¿Cuáles son los motivos para dedicarte a ellos?
“Partió como un desafío porque encontrar hongos para fotografiarlos requiere hartas cosas especiales. Salen en lugares inesperados, son pequeños y están húmedos, entonces reflejan mucho la luz. Tenía requerimientos técnicos de la fotografía que me parecían atractivos. Y como hay muchos hongos en Chile, me dieron ganas de explorar ese mundo y me quedé pegada”.
ILUSTRACIÓN ANIMAL
La ilustración ha sido una sorpresa en tu vida, ¿qué criterios tienes ahora para dibujar con la experiencia adquirida?
“Por ejemplo, te pueden pasar una fotografía súper bonita de referencia, pero tienes que saber que la coloración del animal tal vez no es la normal o que esa posición no es tan común entonces hago una investigación, selecciono imágenes y después hago la ilustración final. En cambio, para pintar, soy súper mañosa en que solamente pinto de modelos naturales”.
Justamente con eso, la pintura al óleo ha sido tu última experiencia, ¿en que estás enfocada ahora en ese ámbito?
“La ilustración cumple con un objetivo, es simétrico y fiel a la realidad, pero también me interesaba otro ámbito de la naturaleza entonces dije ´no puedo salir todo el tiempo a pintar a la naturaleza viva como me encantaría´, por eso pensé cómo podría traer esa naturaleza a mi taller y empecé con las flores secas”.
¿Que se viene ahora en la vida de Antonia Pérez?
“Estoy trabajando en un libro de aves que voy a ilustrar yo, entonces voy siempre como agarrando algo más concreto. Un trabajo que me compensa los otros monetariamente”.
Texto de Catalina Maldonado · Imágenes, gentileza de la artista
antoniaperezwagner.com
