La espontaneidad se convirtió en la mejor estrategia con la cual la bloggera Nico Putz se hizo conocida en redes sociales. De postear su propias prendas de ropa, de forma inesperado saltó a estar presente en grandes vitrinas de moda y convertirse en una reconocida influencer en el mundo digital. Esta es su historia.
Por Marcela Cademartori
Imágenes cedidas por la entrevistada
IG nicoputz
Un simple y directo “hola, ¿cómo estás?” nos abre el espacio para iniciar una conversación con una imparable bloggera nacional. Se trata de Nico Putz, para muchos conocida por tener una participación activa en redes sociales con una comunidad de 197 mil seguidores en Instagram. Pero su historia en este mundo comenzó hace diez años.
“Yo había egresado de Derecho de la Universidad de Chile y tenía que dar mi examen de grado. Estando en eso me di cuenta de que necesitaba un tiempo para reenfocarme. Mientras tanto comencé a subir contenido en mis redes sociales. Cosas común y corriente, pero relacionadas con la moda, que desde siempre es un tema que me ha gustado”.
Un contenido natural, espontáneo, pero que sin embargo tenían el alma de Nico comenzó a cautivar a una comunidad que se volvió fiel seguidora de su nombre. En poco tiempo su cuenta sumó varios miles de usuarios. “Este era un ámbito del cual aún no se sabía de algoritmos o estrategias. Lo que yo hacía básicamente era subir cosas casuales, pero siempre asociado a un relato, y creo que eso fue lo que enganchó con las personas”.
Este crecimiento en redes sociales hizo que Nicole se volviera un rostro interesante paraque ciertas marcas la contactaran. “Te diría que en ese instante me abrí a la posibilidad de hacer de esto un trabajo y volverlo profesional. Muchos me cuestionaron el cómo iba a dejar de lado una carrera para dedicarme a las redes sociales, pero mi corazón decía que era lo que debía hacer”. ¡Y no se equivocó!
CLICS DE EMPATÍA
Las oportunidades comenzaron a ser parte de la vida de una motivada Nico. “Recibí una invitación para estar en el backstage del Fashion Week de Nueva York. Un diseñador al que admiro mucho, Sebastián del Real, me prestó una chaqueta que causó sensación. Fui fotografiada por el New York Times y eso fue lo que me entregó una tremenda vitrina que me hizo conocida. Fue estar en el lugar y en el momento exacto”.
Mientras Nico relata su historia, sorprende la capacidad de comunicación y de conexión que logra desde una sencilla conversación. “Es que siento que mis mayores fortalezas son ser comunicativa y creativa. Creo que esto también ha sido clave para que mis redes sociales sintonicen con los usuarios que siguen mi cuenta, muchos de los cuales están conmigo desde que partí”. ¡Y ya se cumple una década!
La vida le ha presentado a Nico Putz grandes oportunidades, las cuales examina con cautela antes de aceptar. “Me gusta comenzar un nuevo desafío cuando ya siento que los anteriores están consolidados. Así es como he funcionado en todo ese tiempo. Me permite un enfoque ordenado. Cuando sentí que mi proyecto de mascarillas faciales Amulette estaba sólido, fue el momento en el cual decidí dar un nuevo paso”.
Es acá cuando nos relata de su reciente proyecto de podcast @chillsourcl el que hace junto a su mejor amiga. Se ríe mientras cuenta que “es una locura muy entretenida que se nos ocurrió. Grabamos desde el living de mi casa y salimos al aire por Spotify una vez a la semana. Hablamos de diferentes cosas, pero todo muy espontáneo, muy natural, sin una línea editorial que nos marque la pauta de lo que debemos decir. Ha sido maravillosa esta experiencia”.
Pero eso no es todo. El espíritu inquieto de Nico la impulsó a lanzar una marca propia de ropa. “Espero que esté lista para mostrarla en primavera. Estoy muy contenta con este desafío. Quiero que esta marca destaque por sí sola y que no la relacionen con el nombre de una bloggera. Tiene todos los atributos para que así sea”, confiesa.
Por lo visto, este 2024 se vivirá con una máxima intensidad laboral para esta influencer que ha hecho de su autenticidad y espontaneidad, creatividad y una capacidad innata de conectar con las personas, su mayor fortaleza.