Marcos Gallardo Pastore
Magister en Ciencias Marítimas y Navales
Diplomado en Derecho del Mar y Marítimo
Argentina, con fidelidad a su constante histórica de reclamar y apropiarse de territorios a costa de Chile, ha dado amplia publicidad a su presentación a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental, dependiente de la Convención del Mar, Jamaica, 1982. La cartografía presenta una situación que es discordante en la interpretación jurídica del Tratado de Paz y Amistad firmado con Chile, en 1984, y despliega hechos consumados, en lo relacionado a la plataforma continental extendida (PCE) al sureste del punto F, instituido en el art. 7 del tratado.
Con ello, está presentando un claro desafío a nuestro país, orientado a generar las condiciones que le permitan apropiarse de los territorios marítimos ubicados al oriente del paralelo 67° 16’ W, ejerciendo una soberanía en dicha región que no le corresponde. Además, al establecer este meridiano como límite entre Chile y Argentina, resulta natural su proyección hasta el Polo Sur, generando antecedentes que sustentan su reclamación sobre los territorios antárticos ubicados al oriente de dicho meridiano.
En síntesis, crea un nuevo límite de soberanía que, corriendo por el meridiano 67° 16’ W, se proyecta desde el punto F hasta el Polo Sur. Por cierto, esta hipótesis excede con creces lo establecido por ambos países en 1984.
Aunque tales anhelos sobre la Antártica no tienen validez jurídica, porque el Tratado Antártico – del cual es parte – no acepta este tipo de reclamaciones, esta situación queda como un hito para el futuro.
Chile, a través de su ordenamiento jurídico, incorporó los espacios marítimos concernientes al mar territorial, zona económica exclusiva (ZEE) y plataforma continental, pero, tiene pendiente concluir la tramitación de la PCE de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena.
La conclusión de los trabajos científicos que se realizan en el área del Mar de la Zona Austral (Paso Drake), permitirá afinar la carta marina del lugar y asentar la soberanía de Chile sobre la ZEE que proviene de las Islas Diego Ramírez y se extiende más al sur del punto F.
Chile se encuentra en proceso de preparar la documentación relacionada con su PCE y no hay luces acerca del cómo gestionará la situación de los espacios marítimos ubicados al sur del punto F. No obstante, resulta relevante salvaguardar los derechos que emanan de las Islas Diego Ramírez, por la proyección de su ZEE y la posible PCE.
Esta tarea la tenemos pendiente desde el año 2009 y llama la atención que se haya optado por priorizar el estudio y la presentación del área de la Isla de Pascua y postergado a una segunda posición, lo referido a los territorios al sur del Cabo de Hornos y su consecuente impacto con todo el territorio austral.
Aquello puede ser calificado de atraso, falta de interés, falta de recursos u otra forma. Mas, en mi opinión, responde a la carencia de una Política de Estado respecto del territorio austral y Antártica. Ocurre un fenómeno curioso: sabemos y decimos que es nuestro, pero, no tenemos la convicción para explorar, explotar y defenderlo.
Esto puede ser una “verdad incómoda”, pero, es la única explicación para la tibia conducción histórica que Chile ha tenido respecto de sus límites con Argentina.