Por Lia Godoy, Instagram @liagodoy_nutricionista
Nutricionista e Instructora Mat Pilates
Ya en la antigua Grecia, el médico Hipócrates hablaba de la importancia de una buena nutrición, sea el alimento tu medicina y la medicina tu alimento, aseguraba como la base de una buena salud física y mental. No obstante, al ritmo actual de la vida cada vez más personas, en un acto casi automatizado, llevan a su boca lo primero que tengan a disposición.
¿Los resultados? Según datos publicados por la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico), Chile es el país con mayor obesidad y sobrepeso – un 74% de la población adulta -, incluso a Estados Unidos. En el caso de los escolares, la mitad de los niños padecen obesidad o sobrepeso, de acuerdo al Mapa Nutricional de Junaeb 2019.
De allí se desprende la importancia de la Nutrición Consciente, aquella que nos invita a hacer una pausa con tal de identificar el tipo de alimento que proporciono a mi organismo. Una mirada desde el amor propio, del autocuidado.
Es de suma importancia detenernos un momento y reflexionar sobre nuestro comportamiento frente a la comida. Debemos hacer una pausa con tal de vincular o relacionar nuestras emociones a nuestro hábitos alimenticios y así entenderemos cómo o por qué consumimos cierto tipo de comidas.
Hacernos algunas simples preguntas nos ayudarán en este proceso de cambio: ¿estoy comiendo por hambre o ansiedad?, ¿cuál es la razón para consumir estas galletas de chocolate, antojo o desilusión amorosa?, ¿en qué estado emocional me encontraba cuando subí de peso?
Recuerda, al estar consciente de lo que estamos comiendo, prevalecerá el razonamiento antes que la emocionalidad desbordada. Te enseñaremos a describir la comida en el plato con tal de obtener más emociones positivas con los colores. Te darás cuenta de que al agrandar la ensalada podrás saciarte antes con el sentido de la vista.
Pero siempre, sea cual sea el caso o la recomendación médica, desde la Nutrición Consciente nos centraremos en dirigirte correctamente para estimular el amor propio, y desde allí fomentar tu cuidado personal desde la alimentación, las relaciones interpersonales, el contacto con la naturaleza y el amor por la vida.
Con esta base avanzaremos hacia la Nutrición Integrativa, en que los alimentos poseen la capacidad de activar distintas funciones en nuestro organismo, no solo la función de nutrir. Aquella nutrición vinculada a todo nuestro bienestar, desde las energías, las emociones, la salud física, las enfermedades, el rendimiento deportivo, la sexualidad.
Dejaremos de comer sólo contando calorías. En adelante integraremos todas las miradas de una persona, desde los estímulos internos hasta los externos, con el consecuente resultado en su organismo. Poniendo en práctica estos conocimientos, gradualmente iremos comprendiendo la importancia de la famosa frase acuñada por Hipócrates más de dos mil años atrás, sea el alimento tu medicina y la medicina tu alimento.