Pequeños cambios marcan una gran diferencia

Por: Sandra Lanza Sagardia @dra.sandra_lanza_sagardia

La enfermedad cardiovascular sigue siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Los estudios demuestran que la mayoría de las enfermedades cardíacas se pueden evitar con cambios en el estilo de vida y medidas tempranas. En este sentido, la prevención cobra un papel protagónico y nos recuerda que pequeños cambio pueden marcar una gran diferencia.

En primer lugar, la alimentación juega un papel fundamental. Reducir el consumo de grasas saturadas, azúcares refinados, sal, y aumentar la ingesta de frutas, verduras, granos enteros y grasas saludables, es esencial para mantener niveles óptimos de colesterol y presión arterial.

Limita, asimismo, el consumo de alimentos ultraprocesados ya que suelen contener altos niveles de grasas trans, sodio y azúcares agregados, lo que puede ser perjudicial para la salud cardiovascular. Opta por alimentos frescos y naturales siempre que sea posible.

Además de realizar ejercicio regular, es importante reducir el tiempo que pasas sentado, levántate y muévete cada una hora. La actividad física regular es un aliado indiscutible para el corazón. Mantente activo durante el día. Escoge caminar, nadar, andar en bicicleta o realizar ejercicios aeróbicos durante al menos 30 minutos al día para obtener beneficios significativos para la salud cardiovascular.

El sueño juega un papel crucial en la salud cardiovascular. Asegúrate de dormir entre 7 y 9 horas cada noche para permitir que tu corazón y tu cuerpo se recuperen adecuadamente.

El estrés crónico puede tener un impacto negativo en el corazón, aumentando la presión arterial y los niveles de cortisol en el cuerpo. Aprender técnicas de relajación, meditación y yoga puede ayudarnos a manejar el estrés y proteger la salud del corazón.

La hipertensión arterial es un importante factor de riesgo para enfermedades cardíacas. Monitorea regularmente tu presión arterial y, si es necesario, consulta a un profesional de la salud para recibir orientación y tratamiento.

Es  importancia es evitar el consumo de tabaco y limitar el consumo de alcohol. Ambos hábitos son factores de riesgo para enfermedades cardíacas y pueden tener consecuencias negativas  para nuestra salud en general.

La prevención no solo se trata de acciones individuales, sino también de la importancia de las revisiones médicas periódicas. Un chequeo regular con tu médico  permitirá detectar a tiempo cualquier indicio de enfermedad cardíaca y tomar las medidas necesarias para prevenir su progresión.

Finalmente, es importante mencionar que la prevención no tiene edad. La evidencia nos muestra que desde la infancia es posible detectar las primeras alteraciones en las paredes de las arterias. Tanto jóvenes como adultos deben adoptar un enfoque proactivo hacia su salud cardiovascular. Inculcar buenos hábitos desde temprana edad puede sentar las bases para una vida larga y saludable.

El  Mes del Corazón nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestro corazón. Recuerda que la prevención es un compromiso a largo plazo, y cada pequeña acción cuenta. Cuidar tu corazón es una inversión en tu calidad de vida y bienestar general. Con estos consejos prácticos, estarás dando pasos significativos hacia un corazón más sano y una vida más plena.

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