Pía Urzúa y Mane de Ugarte son las artífices de un proyecto enmarcado en la península de Pucón, diseño interior que desde el año 2017 comenzó a trazar sus primeras líneas y que con el paso del tiempo ha seguido evolucionando junto a un dinamismo en permanente descubrimiento.
@piaurzuainteriorismo
La península de Pucón es el anfiteatro perfecto para hablar de un proyecto de interiorismo desarrollado por las profesionales Pía Urzúa y Mane de Ugarte, en conjunto con el arquitecto Felipe David, diversas miradas que permitieron diseñar espacios que acogen la magia del sur desde una perspectiva y funcionalidad de la ciudad.
Materiales como la madera, en específico el roble, van inundando de calidez los ambientes interiores. Es la mezcla con fierro en el mobiliario y piedras de cantera presente en diferentes lugares, lo que va generando espacios inundados de sentimiento y emocionalidad.
“El uso de madera nos llevó a incorporar color para que el resultado no se viera plano. Los colores se convierte en el aporte entregado por diferentes elementos como sillones, cuadros, cojines y objetos, que son parte de las vivencias de sus dueños. Es una mezcla ecléctica con resultados grandiosos”, comentan Pía y Mane.
Esta casa refugio sureño nos invita a descubrir sus espacios, un recorrido que lleva a contemplar diferentes objetos que sus dueños han ido incorporando en el tiempo. Mirada que nos traslada a pensar los espacios interiores desde una perspectiva funcional y dinámica.
“Cada proyecto es un nuevo desafío, en el que
buscamos siempre la excelencia, abordándolos desde
el detalle para obtener un resultado íntegro”, Pía Urzúa, arquitecto
RECORRIDOS
Amplios ventanales permiten que el frondoso entorno boscoso se adentre en los espacios interiores, adornando de una aún mayor calidez cada rincón que esta casa nos invita a recorrer.
El paisaje y la geografía del lugar donde la propiedad se emplaza se convirtió en una nueva fuente de inspiración para un segundo proyecto que complementa al principal. Se trata de un quincho que incorpora a una roca como parte de un soporte central, y que en una asombrosa unión lograda junto al interiorismo, permiten vivenciar y disfrutar de sensaciones que invitan a quedarse.
La elección de materiales, de objetos y el diseño de los espacios se convierten en una unidad que lleva a sumergirse en un proyecto que nos da la bienvenida y del cual cuesta despedirse. Destacan un dormitorio con altillo, una cocina que permite disfrutar de tres ambientaciones según su uso y un quincho interior.
“Se le entregó un look de campo, pero en donde todo funciona impecable como si estuvieras en la ciudad. Parte de esta comodidad está dada por la amplitud de los espacios, y por esta separación, pero a la vez comunicación, que existe entre ellos”, comentan Pía Urzúa, quien se ha dedicado por más de 20 años al diseño y ambientación de diversos espacios, a través de muebles especialmente diseñado para cada proyecto en particular.
Espacios que vibran al son de los diferentes usos que se le entrega, todo lo cual se enmarca en una cotidianeidad que incorpora una rústica inspiración y una cómoda funcionalidad, y que obedece a las rutinas de quienes habitan el lugar en cada estación del año.
DISEÑO VIVO
Abrazar la calidez, dejar fluir la emoción, disfrutar de un placentero bienestar son todas rutas que se hacen presente en este interiorismo que con pasión y corazón desarrollaron dos profesionales y amigas, y que fue el inicio para aventurarse en otros proyectos en la zona.
Este refugio sureño cautiva por su dinamismo, por una evolución en el tiempo que nos habla de un diseño interior vivo, que invita a descubrirlo y que nos hace detenernos en una exquisita pausa para movilizarnos por emociones que finalmente nos trasladan a un tiempo de disfrute.