Ubicada en el corazón de Concón, la academia no solo enseña a tocar instrumentos, sino que transforma vidas. Aquí, los adolescentes descubren la magia de pertenecer a una comunidad, enfrentar desafíos y ganar confianza a través de la música. Ina Humbser y Daniel Concha, quienes lideran la escuela, nos cuentan cómo la metodología única que implementan trasciende notas y acordes, dejando una huella que va más allá del sonido.
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En un mundo lleno de inseguridades, School of Rock en Concón se ha convertido en un refugio para aquellos que buscan algo más que lecciones. Con un enfoque único que invierte el tradicional proceso de aprendizaje musical, esta academia ha transformado la vida de muchos adolescentes, ayudándoles a encontrar su lugar, su voz y su confianza a través de los escenarios y las bandas. No se trata solo de tocar instrumentos, sino de pertenecer a algo más grande: una comunidad que apoya, motiva y celebra los logros de cada uno.
“Al principio, muchos de los chicos no miran a los ojos o no se atreven a hablar. Pero después de unos meses, están al frente de una audiencia, con confianza y tocando en banda”, señala la General Manager, Ina Humbser, quien afirma que el proceso de transformación que experimentan es uno de los aspectos más gratificantes de su trabajo.
En School of Rock, la música no es solo una cuestión de técnica. A través de las bandas, los estudiantes desarrollan habilidades fundamentales para su crecimiento personal, como la empatía, la inteligencia emocional y la capacidad de trabajar en equipo. “Nosotros decimos que somos una escuela de habilidades blandas, además de una excelente escuela de música. Enseñamos a los chicos a trabajar en equipo, a comunicar sus ideas de manera respetuosa, y a entender que la música se vive en comunidad”, añade.
Este enfoque ha convertido a la academia en un lugar donde los adolescentes no solo aprenden a tocar, sino que se sienten parte de una comunidad que les ofrece un espacio para crecer y superar desafíos.
Alejándose de la tradicional estructura de clases teóricas y ejercicios individuales, la metodología de School of Rock se basa en experiencias reales de aprendizaje, donde cada ensayo y cada show en vivo son oportunidades para que los jóvenes se superen y desarrollen, además de sus habilidades musicales, su autoestima y su capacidad de pertenencia.
APRENDER HACIENDO
La filosofía de la academia se basa en el concepto de “aprender haciendo”, en el que los estudiantes se sumergen directamente en la experiencia de tocar en bandas y prepararse para conciertos en vivo.
“Lo que nosotros hacemos es que los chicos se enfrenten a un escenario desde el principio”, explica el Director Musical, Daniel Concha. “Comenzamos trabajando en un show, con amplificación profesional, luces y público, lo que genera una motivación inmediata para todos”.
Este proceso de aprendizaje inverso ayuda a los estudiantes a desarrollar sus habilidades técnicas de manera natural, mientras que el sentido de logro al tocar frente a un público refuerza su confianza.
Pero nada de esto sería posible sin los profesores de la academia, aproximadamente 25 profesionales con gran conocimiento y trayectoria. “Lo más determinante es la calidad humana que tienen, para justamente, generar motivaciones y no frustraciones”, asegura Daniel.
INTERNACIONALIZACIÓN Y ÉXITOS LOCALES
Los logros de School of Rock Concón no se limitan solo al ámbito local. La academia ha logrado que sus estudiantes participen en eventos internacionales, donde han tenido la oportunidad de compartir escenario con otros jóvenes de diferentes países.
“Fuimos a Milwaukee con un grupo increíble, y la experiencia fue muy positiva para todos”, recuerda el director musical. “Pudieron interactuar con otras bandas de diferentes países y compartir su música en un escenario global”. Así, lograron ver que su comunidad que tanto aman trasciende fronteras, lo que volverán a evidenciar en enero 2025 con un viaje a Miami.
Además de los shows internacionales, la academia realiza cuatro conciertos al año en distintas locaciones, brindando a los estudiantes la oportunidad de mostrar su talento. Han tocado en teatros, bares, comidas, siendo sus presentaciones todo un éxito.
UNA ESCUELA PARA TODOS
A pesar de que la franquicia se enfoca en adolescentes, ofrece programas diseñados para todas las edades, desde estudiantes, preescolares hasta adultos mayores, donde se combinan clases privadas y ensayos grupales.
“Es un excelente punto de partida para los que nunca han tocado un instrumento y para los que ya tienen algún desarrollo musical también, porque les damos todo lo necesario para que se desarrollen en un entorno resguardado y seguro”.
Clases de guitarra, batería, canto, bajo, o teclado, son algunas de las lecciones que imparte School of Rock, donde cada ensayo y cada show son oportunidades para conectar, aprender y transformarse. Con una metodología que equilibra el rigor musical y el desarrollo emocional, la academia sigue demostrando que la música no solo se toca, se vive.
¿Qué esperas para hacer algo de rock y pertenecer a esta linda comunidad? Escríbeles a concon@schoolofrock.com