Disfruto cada vez que salgo en mi bicicleta por la montaña, cada aventura es algo nuevo, un deporte que se transforma en un estilo de vida”, expresa en su Bío el MTB Pro Rider, Antonio Leiva Figueroa, vigente campeón mundial de la categoría master – sobre 30 años – del Mundial Downhill disputado en agosto del año pasado en Canadá.
Il tonino nació en Santiago en 1984, aunque fue en el sur de Chile, Angol específicamente, donde cultivó desde pequeño el interés por el deporte outdoor. Bicicleta por la cordillera de Nahuelbuta, esquí en los volcanes de la Región de la Araucanía y trekking por parques nacionales formaron parte importante de su crianza.
Sentir la naturaleza, el viento y la velocidad sobre dos ruedas impulsan los días de Antonio Leiva – mountainbiker desde hace 25 años y múltiple ganador del “Valparaíso Cerro Abajo” – en la búsqueda de nuevos senderos y desafíos, trayectos trazados en la compañía de su hijo Dante apenas cumplió los cinco años de edad, hoy tiene siete.
A la par de la competencia ha desarrollado su carrera como diseñador industrial, creando varios circuitos de MTB en el país. Hoy desde su agencia en Pucón, promueve tours de descensos, enduro y travesía en Mountain Bike explorando y enlazando las mejores rutas de la región de la Araucanía.
Tras haberse consagrado como campeón mundial, Antonio Leiva desea enfocarse en las nuevas generaciones a través de su escuela en Santiago, pero esta vez con un nuevo desafío: contribuir a encontrar nuestra identidad en nuestro propio territorio nacional.
“Cada nuevo sendero, o montaña que pedaleo, se convierte en una experiencia única. Quiero seguir recorriendo el mundo en busca de nuevas aventuras sobre la bicicleta e ir recopilando historias para compartir, educar, crear cultura y dar a conocer nuestro hermoso país Chile en la escena internacional del MTB”, Antonio Leiva.
Ayúdanos a promover un estilo de vida saludable y cuéntanos qué significa para ti la bicicleta
– Para mí la bicicleta es un estilo de vida, me conecta con mi esencia llevándome a lugares hermosos. Gracias a ella conozco más de 20 países. Me conduce a estados de meditación que solo logro arriba de las dos ruedas; además, la camaradería que se forma con los grupos de ciclistas es muy linda.
La competencia, a su vez, me ha hecho ser perseverante con objetivos claros, con metas por cumplir. Le agradezco todo a la bicicleta. Y me encanta. Seguiré andando hasta que no me den las piernas. Es un deporte que logra su madurez en la adultez, puedes seguir haciéndolos tranquilamente a los 50 o 60 años.
Además de campeón mundial, 4 oros panamericanos, 4 ediciones del Valparaíso Cerro Abajo, ¿qué te queda por ganar?
– La verdad que han sido triunfos muy lindos en estos 21 años compitiendo sobre la bicicleta. Con Valparaíso poseo una historia bien especial pues junto a un grupo de amigos desarrollamos estos circuitos. Además del triunfo deportivo me gané el cariño de la gente y los otros riders.
Ahora, después de haber sido campeón mundial, sí me gustaría defender el título en Francia este año. Pero estoy más enfocado en ir dejando gradualmente la alta competencia para dedicarme con más energía al tema de la escuela.
Entiendo que proyectas ampliar el target de tu agencia en Pucón y enfocarte en tu escuela.
– Llevo ocho años con la agencia de tours en Mountain Bike en esta zona del sur de Chile, pero enfocado en el público nacional. La idea es expandir la oferta hacia Europa, Estados Unidos y Canadá, un nicho bastante interesante para aprovechar la contra-temporada.
Respecto a la escuela de MTB, es un proyecto iniciado el año pasado cuando me volví a Santiago tras mi separación. Mi objetivo es hacerla crecer con fuerza, formando nuevos grupos, teams de competencia además de trabajar con escuelas de la capital.
¿Podemos hablar de una cultura o identidad propia de MTB?
– Aún no, siento que esa es parte de mi misión, enseñar, transmitir, crear una base importante de conocimiento en cuanto al ciclismo que incluya la preparación física, técnica (saber reparar tu bicicleta desde parcharla hasta regular la pata de cambio, por ejemplo).
Tenemos una plataforma maravillosa que recorre nuestro país de norte a sur, la Cordillera de Los Andes. Si contamos con esa belleza y riqueza para practicar el Mountain Bike deberíamos encontrar una identidad propia en territorio nacional.
Entrevista de Cristian M. Caces – Fotografías gentileza de @il_tonino