Sofía Zolezzi. Registros

Los trazos y las líneas, sus movimientos y los colores, van develando el carácter expresivo con el cual la artista comunica sentimientos o emociones en cuadros que nos trasladan hacia un espacio de calma, desde donde se inicia un viaje hacia el positivismo y la energía.

Por Marcela Cademartori

Fotografías de Paulina Moraga

@sofiazolezzi.art

www.sofiazolezzi.com

Sus lienzos se visten de una gama cromática que seduce a la vista. Es la invitación perfecta para que, junto a la artista Sofia Zolezzi, comencemos un recorrido de descubrimientos, en donde el movimiento de los trazos y las líneas, permiten construir una narrativa que habla de emociones y sensaciones.

“Cada cuadro representa algún momento que me ha tocado vivir. Intento que la creación sea espontánea y dejar fluir todo lo que siento, sin el temor o miedo a pensar que va a quedar un resultado que puede no gustar.  Mi arte se centra en la expresión de la línea. El movimiento de cada una de ellas es la guía de mis emociones”.

Los espacios en calma desencadenan su proceso creativo. Es un viaje que la artista transita mientras brotan colores y diferentes trazos que hablan de expresividad de principio a fin.

Una técnica mixta en la cual se mezcla pintura acrílica, lápiz pastel, carboncillo, en combinación con telas y papel, se ha convertido en el sello con el cual Sofía entrega identidad a sus cuadros.  A ello se suman formatos grandes, lo que se acomoda perfecto para aquello que la artista define como su emocionalidad llevada al arte.

VOLVER AL ORIGEN

Un largo recorrido fue el que Sofia debió transitar para tomar la decisión de dedicarse por completo a la pintura. “Desde muy chica me gustó pintar. Mientras estaba en el colegio, participé en un concurso de Arte Joven, en donde obtuve el primer y tercer lugar. Tuve la oportunidad también de tomar talleres en el Bellas Artes.”

Sin embargo, a la hora de decidir por su futuro laboral, se inclinó por la carrera de Ingeniería en Diseño de Productos en la USM. “Trabajé un tiempo, me fui de viaje a Australia, en donde estudié pedagogía en inglés, y al regresar a Chile, hice clases en un colegio. Siempre rondó por mi cabeza dedicarme al arte, aunque debo decir que toda la experiencia previa fue fundamental para lo que hoy estoy realizando”.

Poco antes de que comenzara la crisis del Covid-19, se presentó la posibilidad de exponer en Austria representando a una galería de Madrid. Fue su plataforma para una mayor visibilidad, y se convirtió en la puerta de entrada hacia una decisión que se concretó de manera definitiva durante la pandemia.

Todo se empezó a mover en modalidad on line y eso le ayudó para mostrar sus trabajos. Comenzaron los pedidos. Nueva York, Italia y Dubái fueron algunas de las vitrinas en las cuales Sofia pudo exhibir sus obras. ¡Ya no había vuelta atrás!

La honestidad con que la artista se desnuda frente a su lienzo, ha hecho que su arte conecte con las personas de una manera casi instantánea. Su más reciente exposición lleva por nombre: “Me pierdo en el espacio tiempo y vuelvo al origen “.

Es su primera muestra individual. “Sin duda que es un hito en mi carrera. Refleja ese regresar al origen, hacia aquello que desde pequeña me apasionó, vuelvo a Viña del Mar, la ciudad en donde crecí, y al Palacio Vergara, lugar en el que también tomé clases”.

Varias otras fechas son las que Sofia ya tiene comprometidas para sus siguientes exposiciones, en diferentes espacios y galerías de arte santiaguinas, por donde irá expandiendo la energía y positivismo que sus cuadros proyectan e inspiran. Observarlos, analizarlos e interpretarlos nos trasladan en un viaje que conecta con momentos, emociones y sensaciones. Son los registros de una gran artista.

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