Spiro Razis “Gracias al deporte he vivido de manera mágica”

Más de cuatro décadas de existencia y Spiro Razis mantiene intacta su pasión por el movimiento. Aprendiendo a convivir desde pequeño con la grandeza de la montaña, la inmensidad del mar, o deslizándose en su skateboard, este viñamarino de 45 años ha vivido toda una vida como un alma libre.

Por: Pablo Werth Münchmeyer
Fotos: Jorge Biden

Un alma libre. Tres palabras para definir a Spiro Razis, el viñamarino que hace poco cumplió 45 abriles vibrando con el movimiento al aire libre, sin estrés. Tres deportes – skate, surf y snowboard – que lo conectan con la energía de la naturaleza y lo más profundo de su “yo interior”.

Quisimos conversar con este tremendo deportista, para muchos el mayor referente del skate nacional, para empaparnos de su espíritu, de su libertad, de vivir la vida intensamente… Esta vez lo encontramos en el caribe de América Central junto al mar y su tabla de surf.

“Como te conté estoy radicado en Costa Rica, aprovechando de practicar surf durante el último tiempo. Y aunque sigo andando en skate y en los inviernos snowboard, me he concentrado en surfear al ser un deporte de menor impacto, y así también puedo saldar esta deuda que es alcanzar un nivel del cual me sienta conforme”.  

 Mejorar y progresar es una constante motivación para Spiro que mantiene encendida la llama de su pasión por las tablas, ya sea sobre nieve, mar o pavimento. En lo personal y profesional sigue estrechamente ligado a las marcas deportivas y sus auspiciadores.

“Ahora con Instagram se abrió una nueva veta para promocionar marcas y hacer alianzas con algunas otras ajenas al mundo del skate, algo que antes no sucedía, y todo gracias a la masificación de internet y redes sociales”.

TODA UNA VIDA

 Descendiente de griegos, Spiro comenzó desde muy pequeño a practicar el skate, primero en Buenos Aires, donde su familia se radicó un tiempo, y luego en Chile, llegando a convertirse en un ícono de este deporte, forjando su carácter hasta sembrar un estilo de vida que perdura hasta hoy.

“Han pasado tantos años desde que me subí a mi primera tabla que no concibo otra forma de vivir. He aprendido todo a través del deporte, me ha enseñado a conectarme con la naturaleza, especialmente con la montaña y el mar, donde debes prestar mucha atención. Hablo de una conexión que no es sólo mística, sino que aprendes a respetar tu entorno, los recursos naturales; te preocupas de las condiciones climáticas, de las tormentas, los vientos, el oleaje, en fin… aprendes a convivir con la grandeza de la montaña y la inmensidad del mar”.  

Actualmente el surf ocupa gran parte de la atención de Spiro, aunque aprovecha cada invierno para subir a la montaña y deslizarse sobre la nieve. Así y todo – subraya –, con el skate he aprendido una valiosa lección de vida, todo depende de ti.

El skate está quieto y si no le pones tu fuerza y energía no se va a mover, entonces aprendes a conectar tu cuerpo, a expresar milimétricamente cada movimiento, porque así son los movimientos sobre esta tabla”.

Nacido en 1976 en Viña del Mar, Spiro es un agradecido de su vida, de los deportes y de tener la motivación, salud y energía para poder seguir practicándolos cada día, aunque tenga más de cuarenta años.

“Gracias a ellos he podido vivir mi vida de una manera mágica. Conectado con cosas que quizás hubiera sido muy difícil de ver si me hubiera dedicado a otros proyectos. Soy un privilegiado, sigo sano y motivado”.

 Motivación le sobra al intercalar tres emocionantes deportes sobre una tabla. Cuando se aburre o se siente cansado de hacer lo mismo, por ejemplo del skate, se va a la montaña un par de meses a practicar snowboarding.

Cada vez estoy más agradecido de tener esta oportunidad de seguir haciéndolo. Mucha gente de mi edad se aburre o tiene otras prioridades o la vida los acorrala y no les permite seguir sus pasiones o simplemente cambian de camino”.

Quién como Spiro, exprimiendo cada gota de vida al aire libre, cada día del año, cada pizca de energía.

“Estoy feliz con lo que hago. Aprecio cada día por poder seguir haciendo lo que me apasiona. Con todo lo que pasa en el mundo actualmente, me doy cuenta de que tengo que disfrutar el día a día porque en cualquier momento nos vamos. Si llega a pasar, prefiero que sea haciendo lo que me gusta”.

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