Tere Irarrázabal y el verdadero valor del maquillaje

Tras años dedicándose al rubro, con un estudio de renombre, y hoy con su propia línea de cosméticos: OKWU, la make up artist chilena ha convertido su emprendimiento en una propuesta educativa. A través de su trabajo, ayuda a las mujeres a dominar el arte del maquillaje y a elegir los artículos de belleza esenciales para evitar un cosmetiquero lleno de productos olvidados.

  • Por: Trinidad Rendich
  • Ig: tereirrarazabal

La connotada maquilladora y emprendedora, con gran presencia en redes sociales, hoy nos cuenta su fascinante historia de cómo llegó a ser un gran referente en el tema de la belleza, destacándose por responder a una interrogante que no suele ser cuestionada: el porqué del maquillaje. Con la naturaleza como musa, Tere Irarrázabal ha logrado enseñarles a sus clientas a entender este ritual de una manera más profunda y única.

“Mi fascinación por la luz, la sombra y el color en la naturaleza me ha llevado a desarrollar un enfoque educativo innovador en el maquillaje,” explica Tere. “La manera en que las dunas captan la luz del sol, creando sombras y resaltando relieves, es un perfecto paralelo para enseñar sobre técnicas cosméticas. Me esfuerzo por mostrar a mis clientas cómo estos conceptos naturales pueden traducirse en técnicas efectivas.”

Sin embargo, los elementos naturales no fueron lo únicos que inspiraron a la artista a crear un estudio y posteriormente su propia marca, pues todo se remonta a cuando era tan solo una niña. Si bien a sus cuatro años amaba pintarse la cara cuando veía el cosmetiquero en el baño, fue gracias al trabajo de su mamá que quedó convencida del arte de maquillar.

Como su madre tenía un centro cultural, la llevaba mucho a canales de televisión, y Tere solía esperarla en las salas de maquillaje. Fue en esos espacios que cayó enamorada de lo que este podía provocar. Veía llegar a cientos de mujeres apuradas y desarmadas, pero una vez que pasaban por el salón, se transformaban en otras personas. “Se paraban distinto y caminaban distinto, ese cambio de actitud que generaba el maquillaje me llamaba mucho la atención.”

Al pasar los años, ingresó a estudiar diseño en la Pontifica Universidad Católica, carrera que le brindó herramientas para luego emprender. “El diseño no es una obra de arte, sino que tiene que ser algo que responda a una necesidad. Se debe buscar la oportunidad para crear algo”. Aquella frase que sus profesores repetían en clases, le dio el impulso para buscar lo que faltaba en la industria de la belleza.

OKWU, una marca con alma

Cuando Tere comenzó a maquillar se dio cuenta de una necesidad, este tipo de servicio se entregaba principalmente en peluquerías, y los consumidores no siempre quedaban contentos con el resultado, lo que la inspiró para enseñarle tanto a mujeres como a hombres, cómo maquillarse y qué productos utilizar. Inició enseñando en la academia que lleva su nombre, y ahora también lo hace a través de su línea de maquillaje.

Pero, ¿cómo una marca de productos cosméticos puede tener éxito, cuando la industria de la belleza cada día saca cientos de nuevos artículos? La respuesta: OKWU tiene alma. “Creo que la comunidad detrás la marca ha hecho que esta tenga el alcance que tiene hoy. Ser un poco más que solo productos de maquillaje”, asegura Tere Irarrazabal, pues piensa que las cosas funcionan mejor cuando hay personas detrás.

El nombre de la línea de productos también personaliza a esta misma, pues OKWU es un concepto que viene de una tribu africana, que tiene que ver con la expresión. La emprendedora señala que “es una invitación a transmitir la propia belleza”. Así también optó por este nombre para recalcar que el maquillaje no es algo tan frívolo, ni moderno, ni de ahora, ni de una moda, sino que es algo que ha estado en nuestra cultura desde nuestros orígenes, ya sea para alabar a los dioses, para cazar o para una sencilla ceremonia.

“Me gusta mucho buscar el trasfondo del maquillaje para quitar esa imagen superficial que se tiene”. Tere lo ve como una gran herramienta que tiene la capacidad de empoderar a quienes lo lleven, y OKWU es una forma de acercar el maquillaje y simplificar su elección y uso, que se inspira en la naturaleza interior de las cosas, las formas terrenales, sus texturas y tonos.

Chile, un gran lugar para empezar

Luego de haber vivido por casi tres años Estados Unidos, y haber aterrizado en Chile justo para la apertura de su tienda, la mujer asegura que nuestro país es un gran lugar para comenzar a emprender. Ello porque es un mercado difícil y exigente, pero que una vez que se capta al público son super fieles.

“Yo encuentro que Chile es muy desafiante, por eso lo encuentro un muy buen lugar para comenzar. Después de esto, no se qué otra clientela podría ser más complicada”. Si bien a la maquilladora le gusta soñar en grande, y le encantaría que OKWU estuviera en todas partes del mundo, hoy está concentrada en seguir creando el portafolio perfecto y generando comunidad, que cree es lo que ha llevado a su marca al éxito.

Aparte de la geografía, las redes sociales también han sido esenciales en su trabajo, pues cree que están son un regalo para las nuevas generaciones. “La gente debería comerse la vergüenza y aprovecharlas porque finalmente no hay nadie que sepa más de tu producto que tú misma”. Y así es como la destacada profesional ha logrado conectar con una audiencia cada vez más amplia, compartiendo su pasión y conocimientos, lo que ha consolidado a OKWU como una línea de productos con propósito y visión.

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