Unir el mundo de la pesca artesanal con la oferta gastronómica fue uno de los objetivos centrales que llevaron a la periodista Meyling Tang a desarrollar un proyecto que visibilizara y pusiera en valor la riqueza de los productos del mar. Junto a su socia, Paula Báez, crearon Tres Peces, un restaurante innovador no sólo por lo que ofrece, sino también por su modelo de negocio.
- IG @trespecesvalparaiso
- www.cocinamar.cl
¿Te imaginas comer un mariscal o un chupe de navajuela? Esta es una de las tantas especies que se encuentran en nuestro mar y de la que poco se conoce. Como estas son muchas otras las que quedan en el más profundo anonimato, en condiciones que podrían incorporarse dentro de una oferta culinaria y, de esta manera, hacer que pesca artesanal y gastronomía se encuentren en un punto que ayude a construir un modelo de negocio atractivo y sostenible en el tiempo.
Esto fue lo que impulsó a Meyling Tang a iniciar un proyecto que se materializó en el año 2018 con el restaurante Tres Peces.
“Soy periodista de profesión, pero siempre he estado interesada en lo que es el mundo del mar. Cuando quise especializarme en acuicultura, no lo pude hacer en Chile y ello me llevó a mudarme a Galicia, donde me especialicé en gastronomía marina y divulgación científica. Descubrí que este era un ámbito que se valoraba mucho en dicho país”.
En el año 2012, Meyling regresó Chile debido a la situación económica por la que atravesaba España. Ya instalada en el país, ingresó a trabajar a la Subsecretaria de Pesca y es acá donde comienza a indagar en la falta de conexión que existía entre el mundo de la pesca artesanal y las diferentes empresas de gastronomía.
“Por un lado los pescadores tenían el discurso de que no les compraba sus productos y, por el otro, los restaurantes sentían que no tenían dónde adquirirlos. Había algo ahí que no conversaba”, señala la profesional.
La participación de Meyling en el evento «Semana de Consumo Responsable Cocinamar» en el 2014, la llevó a sacar nuevas conclusiones. “Me di cuenta que al finalizar eventos como este, volvía a surgir el problema de la falta de nexos entre pescadores y restaurantes”.
Esto fue lo que originó la creación de la Fundación Cocinamar, establecida formalmente en el año 2016, la cual promueve el consumo de pescados de origen legal en Chile y organiza eventos que conectan pescadores, cocineros y consumidores.
A pesar de sus esfuerzos y actividades, Meyling seguía viendo que los desafíos de logística y costos persistían. Esta realidad, sumada a la experiencia y conocimiento que fue adquiriendo en diferentes vistas a los territorios, en donde tuvo la oportunidad de conocer historias de pescadores, la impulsó a crear, junto a la chef Paula Báez, el restaurante Tres Peces.
“El negocio tuvo un éxito inesperado al ofrecer una propuesta de valor diferente, adaptando el menú a la disponibilidad diaria de productos frescos, con un precio justo y pagando a los pescadores de inmediato”.
INNOVACIÓN Y APRENDIZAJES
En solo seis años Meyling y Paula han logrado consolidar su restaurant, implementando prácticas empresariales éticas como la adopción del Sello 40h, que mejora las condiciones laborales de sus empleados. “El restaurante opera de miércoles a domingo solo para almuerzos, lo que permite una mejor calidad de vida para el equipo y tiempo para desarrollar otros proyectos”.
En esta búsqueda por satisfacer nuevas necesidades, Meyling se refiere a su más reciente proyecto. Se trata de «3 peces pescadería», una empresa de distribución de pescado móvil que resuelve problemas de comercialización y abastecimiento para restaurantes y clientes.
Se trata de una iniciativa que ha ganado reconocimiento como uno de los 50 servicios más innovadores de Chile, además de una beca en México para acelerar el negocio. Se trata de un modelo que se puede replicar en otros países latinoamericanos para mejorar la distribución de productos del mar y garantizar precios justos. Sin duda una nueva idea desde donde la mirada certera de esta porteña sigue dando que hablar.
“Este ha sido un camino de aprendizaje, en el que he podido conocer historias de pescadores y la calidad de sus productos. Destaco el liderazgo de las mujeres en muchas de estas empresas familiares y admiro la capacidad de adaptación de los pescadores frente a desafíos ambientales y económicos. Creo que es importante y necesario dignificar este oficio en el país. El mar es un mundo del que aún tenemos mucho por descubrir”, es la invitación Meyling Tang.