Waitiare Kaltenegger Icka. De Rapa Nui al mundo

Se podría catalogar como una embajadora cultural de Rapa Nui. Se propuso dejar un registro del lugar que la vio crecer y de sus tradiciones. Como comunicadora audiovisual y cineasta ha demostrado su tremendo talento. Pero hoy es junto a la producción “Patu, la leyenda” que encanta al mundo con mágicas historias que formaron parte de su niñez y adolescencia.

Lleva en su sangre la combinación de dos culturas. Hija de madre rapa nui y de padre austriaco, Waitiare Kaltenegger (29 años) se enfrentó desde muy pequeña a estar en contacto con diferentes culturas producto del trabajo de su progenitor.

“Hasta los 8 años viví en Austria, en un pueblo ubicado en la localidad de Tirol. Desde muy pequeña estuve acostumbrada a estar en diferentes lados, lo que me dio una visión muy amplia del mundo y de las diferentes culturas. Creo que esto forjó mi personalidad y ayudó a desarrollar la empatía y la tolerancia”.

Fue a esa edad que Waitiare retornó a la isla, ya que sus padres tomaron la decisión de radicarse definitivamente en ella para hacerse cargo del hostal en donde se conocieron. Allí es cuando “Wai”, como le dicen sus más cercanos,  comenzó asistir al colegio y a adentrarse en esta cultura que rápidamente la fascinó.

“En la isla hay mucho respeto por el otro, todos se conocen y somos muy apegados a nuestra tradiciones. De hecho el motivo por el cual entré a estudiar comunicación audiovisual fue justamente porque vi a esta carrera como una herramienta que me iba a permitir tener un registro de estas historias que se van trasmitiendo de generación en generación, y que para mí era necesario  preservar”.

Al egresar del colegio, Wai emigró al continente y entró a estudiar comunicación audiovisual en  la Universidad  UNIACC. Estuvo dos años y decidió volver a la isla, en donde tuvo la oportunidad de colaborar con un programa que hacia el conocido  locutor radial y cineasta chileno “El Rumpy”.

Estando allí conoce al director de carrera de la Universidad Mayor con quien participó en la asistencia de un making off. Este sería el impulso para que Wai retornara al continente y se inscribiera  en la carrera de Realización Cinematográfica en la Universidad Mayor, de donde finalmente egresó.

CREACIÓN EN MOVIMIENTO

Mientras “Wai” aún estudiaba, inquieta por generar algún producto que difundiera lo que para ella era parte de su vida y del entorno en donde creció, realizó junto a su colega Miguel Carrasco Bratti, en el año 2012 un primera producción llamada “Uho te Uka, la leyenda”.

Esta es la historia de Uho, una doncella inocente e ingenua que es atraída por un espíritu que la lleva lejos de su hogar. Este trabajo fue para la cineasta un incentivo para que otros jóvenes de la isla se  motivaran con lo que es un  objetivo de vida para el rapa nui: trascender con esas historias que una y otra vez se van contando y que no deben quedar en el olvido.

“En lo personal yo crecí rodeada de historias. Mi padre me contaba relatos que eran más bien verídicos, en  cambio mi madre, usaba más la fantasía.  Desde muy  pequeña estuve inmersa en estos mundos que fueron alimentando mi creatividad y mis ganas de dejar un legado de mis antepasados”.

En el 2014, “Wai” se animó a un nuevo desafío.  “Patu, la leyenda” es el nombre de este segundo trabajo de producción que trata de la historia de dos hermanos – Patu y Heru- que son seducidos por las Varua, poderosas espíritus. Hechizados por ellas, tienen dos hijos no del todo humano, a quienes los hermanos deben dejar para recuperar sus vidas.

“Patu, la leyenda” le tomó a “Wai” algo más de tiempo, pero el gran mérito es que se hizo completamente en Isla de Pascua. “Fue todo un desafío por todo lo complejo que significó conseguir  los recursos que se necesitan para un trabajo como este. Pero logramos hacerlo y el resultado fue excelente”.

Mientras “Wai” presentaba la película en el Centro Cultural de Conchalí, en Santiago, recibió el ofrecimiento  de Cintámani Films para difundir su trabajo en diferentes festivales del mundo.

Con esa humildad que caracteriza a esta bella rapa nui, aceptó. Y para su sorpresa, “Patu, la leyenda”, logró un importante premio en un festival de Australia, fue nominada a Cannes y hoy sigue  su recorrido por diferentes festivales, llevando la esencia de la cultura Rapa Nui por Chile y el mundo. “Estoy muy agradecido de ellos”.

ENTRE OLAS

El surf es otra de las grandes pasiones que mueve la vida de “Wai”. “Partí haciendo surf cuando tenía 14 años. Mi mejor amiga Maeva Rapahango me entusiasmó primero con el body board a los 11, pero tres años después ya me encontraba surfeando”.

“En el 2009 fui a competir a Iquique y me iba bien con el deporte. Pero llegó un momento en que tuve que decidir qué camino escoger, si el surf o el cine.  Finalmente opté por este último, dejando al surf como un pasatiempo que hasta hoy practico y me encanta”.

Para “Wai” el contacto con el mar y las olas es el momento perfecto para inspirarse, para reflexionar y entrar en sintonía con su interior. Es un espacio desde donde confiesa comienzan a florecer las ideas que posteriormente plasma en historias y relatos que forman parte de las tradiciones de su cultura.

Hoy está avocada a realizar  proyectos audiovisuales con empresas de la zona, mientras ya se encuentra trazando las líneas del guion que servirá de base para su futura producción. Esta vez su mirada apunta a producir una serie, que estamos seguros  nos trasladará nuevamente a este mágico lugar llamado Rapa Nui. Habrá que esperar para ver con qué nos sorprende esta vez la talentosa y carismática Waitiare Kaltenegger Icka.

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