Podría escribir un libro con todas las experiencias que ha vivido a sus cortos 26 años, tanto en lo profesional como lo personal. La exitosa modelo e influencer ha transitado en el último tiempo por cambios significativos a nivel interno, reordenando sus prioridades y anteponiendo como eje principal en su vida la salud mental. En entrevista exclusiva con Costa Magazine, Trinidad se sincera y abre su corazón para hablar de sus inicios en el modelaje y de una meteórica carrera que, para muchos, parece sacada de un sueño, aunque no está exenta de luces y sombras. Por primera vez, aborda también su reciente separación luego de tres años de matrimonio y comparte detalles de su nueva relación con el exitoso deportista olímpico nacional, Esteban Grimalt.
- Entrevista: Pablo Yutronic
- Fotografías y producción: Guille Vargas Pohl
- Maquillaje y pelo: Ely Gaby
- Estilismo: Pancho Silva
- Vestuario: RV Couture – Francisca Tuca – Sebastián del Real
- Zapatos: Steve Madden
- Joyas: Revelde Concept store
- Locación: agradecimiento a Novotel
Viajes, sesiones de fotos, pasarelas, eventos y grabaciones: así comenzó la vida de Trinidad de la Noi en el modelaje, un mundo al que ingresó con tan solo 12 años. ¡Y que hasta hoy sigue disfrutando con pasión! Sin embargo, en Chile la industria es pequeña, y pronto sintió que podía llegar más lejos, dar ese anhelado salto a las grandes ligas. Y lo logró, porque si hay algo que la define es su enorme confianza y optimismo.
En 2019, Trini decidió probar suerte en el extranjero y dar un paso clave para internacionalizar su carrera. En paralelo, en 2022 se casó en Chile y, junto a su entonces esposo, regresaron a Nueva York. Ambos estaban radicados fuera por motivos laborales: él, ingeniero civil; ella, modelo de elite. El plan inicial era quedarse dos años y luego retornar al país, pero la estadía se extendió más de lo esperado, y esa prolongación terminaría por pasarle la cuenta.
En octubre de 2023, la modelo vivió un verdadero punto de inflexión. No lo estaba pasando bien: sentía que poco a poco se iba apagando, que ya no se reconocía. Fue entonces cuando tomó la decisión darle un giro radical a su vida y regresar sola a Chile, poniendo fin a casi cinco años lejos de su familia y amigos.
Y no fue fácil. Ahora debía enfrentar la incertidumbre de retomar una carrera que había dejado en pausa durante todo ese tiempo. Le tocó reconstruirse desde lo más profundo. Un proceso doloroso, lleno de replanteamientos y prioridades que cambiaban de lugar. Proyectos de vida que antes creía firmes, ya no lo eran. Su carrera y su matrimonio tomaron rumbos distintos, y asumirlo no fue sencillo. No por nada, Trinidad reconoce que el 2024 ha sido, hasta ahora, el año más duro de su vida.
Hoy por hoy, vuelve a sentirse viva, retomando sus labores, disfrutando de su familia, de sus amistades y de su nueva relación. ¡Chile, su casa, la hace feliz! Así lo expresa a diario en sus redes sociales, desde donde sigue potenciando su faceta de influencer y de comunicadora, algo que también le apasiona. Un renacer en todo ámbito que la tiene motivada y con diversos planes a futuro. De todo su proceso, de los altos y bajos, del éxito y las caídas, nos cuenta Trinidad de la Noi en esta sincera y exclusiva entrevista con Costa Magazine.
A los 12 años partiste en el mundo del modelaje ¡muy chica! ¿Cómo recuerdas tus primeros pasos en la industria?
¡Sí! A los 12 años empecé en el modelaje, y a los 14 comencé a viajar, a vivir sola, a ganarme mi plata. Mientras mis compañeras de colegio pasaban las vacaciones en la playa o salían a sus primeros carretes, yo las pasaba en Milán o Nueva York trabajando. De cierta manera me perdí la etapa de la adolescencia. Y claro, al principio pensaba y decía “que rico estar sola, afuera, en Europa, disfrutando”, pero después, estando allá, te viene el choque de realidad.
Entonces fue una carrera que me costó muchísimo posicionarme para lograr llegar donde estoy ahora. Me saqué la cresta, sufrí mucho, lo pasé muy mal, pero muy bien también, o sea, esto es lo que me apasiona y lo que me fascina ¡No cambiaría lo que hago por absolutamente nada en el mundo!
Hay sacrificios que la gente no ve…
¡Totalmente! Hay gente que dice “¡qué suerte tu pega, qué fácil, ponerse la ropa y posar! Pero no es así. Como te decía, estar fuera no es fácil, sobre todo chica. Me acuerdo de que cuando terminaba mi día -en Europa, por ejemplo- no quería volver a mi casa porque me sentía sola, y me quedaba sentada en la estación de metro. Muchas veces llegaba a mi casa y lloraba, justamente por la soledad. Pero fíjate que actualmente por las redes sociales, donde la gente visibiliza y muestra más su vida como no tan perfecta, la gente entiende que es una pega sacrificada, y que tú no puedes ser modelo si es que no te gusta realmente. Tú no te imaginas la cantidad de gente que conocí, estupendas, hermosas, cuerpos perfectos, todo, pero que no le gustaba la pega y no lo pasaban bien, no lo podían sobrellevar. ¡Si en verdad no te gusta esto, no lo vas a sacar adelante!
Construiste un nombre en nuestro país, y ya en 2018 decides radicarte en el extranjero para internacionalizar tu carrera.
Sentí que en Chile ya había tocado techo, porque tampoco se puede hacer mucho más en nuestro país. Haces las campañas para los retail, para un par de marcas que tú ves grandes ¿y que más puedes hacer? En ese contexto, quería trabajar para marcas internacionales que ya conocía, hacer grandes campañas y ¡lo hice! Y es que soy optimista y positiva en esencia. Me fui a Nueva York donde trabajé con diseñadores increíbles, ¡todo muy top! pero después me di cuenta de que mi sueño no es ser la súper modelo, y hacer todas estas campañas gigantes. Me sentía vacía, porque claro, era pega, era plata, pero estaba sola, sin familia ni amigos.
Y volvemos a lo que hablábamos antes. En verdad me encanta mi familia, y para mí la salud mental es mucho más. Yo sufro estando afuera por largos periodos de tiempo, de eso me di cuenta y terminé por aceptarlo.
Cuéntanos cómo fueron tus últimos años, antes de regresar a Chile.
¡Los últimos tres años lo pasé pésimo! Lo pasé realmente mal. Lloraba día por medio. Me miraba al espejo y no me reconocía. Como te decía, soy una persona extremadamente positiva, pero me sorprendió en el estado que me encontraba de no querer salir del departamento, de no hacer nada. Me costó mucho darme cuenta de que extrañaba mi país, no fue fácil aceptar eso. Y el “clic” me venía cuando iba a Chile por unas semanas, y ahí mi estado de ánimo era otro, feliz, radiante, sociable, todo…pero volvía a Nueva York, y de nuevo en la angustia y depresión ¡Hasta que lo logré, y mírame!
Todo eso se suma a otro gran golpe que fue tu separación, tras dos años de matrimonio.
Creo que el 2024 fue el año más difícil de mi vida, precisamente por todo lo que viví. Fue realmente duro. Nadie se casa pensando que se va a acabar. Yo estaba profundamente enamorada de la persona que me separé, pero nuestras vidas tomaron caminos distintos. Él estaba feliz trabajando en Nueva York, mientras yo sabía que no lo estaba pasando bien. Además, su trabajo ocupaba prácticamente todo su tiempo, lo que me dejaba muy sola. Casi no lo veía. Ya le había expresado mis ganas de regresar, pero finalmente priorizó su carrera y su vida en la gran manzana, algo que nunca le voy a criticar.
Cada quien debe tomar las decisiones que considere correctas y lo que sienta que le conviene. Pero yo ya no podía más, no aguantaba la situación, y cuando finalmente nos enfrentamos a nuestra realidad, todo llegó a su fin. Soy una persona muy de familia y amigos, y él quizás no lo es tanto. Por eso, mi regreso a Chile fue muy difícil, tanto en lo profesional como, sobre todo, en lo personal. Tuve que reencontrarme conmigo misma, y ese trabajo lo hice el año pasado, ¡a punta de psicóloga y llanto! Pero se logra.
¡Pero el amor te dio una segunda oportunidad! ¿Cómo se conocieron con Esteban Grimalt?
¡Mi gordis es un exquisito! La primera vez que nos vimos fue cuando me tocó entrevistarlo para los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, porque yo vine a Chile esas semanas a cubrir los Juegos para “Panam Sports”. Ahí me tocó entrevistarlo pero en plan profesional. Después de eso nos seguimos en Instagram ponte tú, pero nada, de echo después de los Panamericanos comencé a seguir a muchos atletas. No era nadie especial en ese momento.
Ya después de los Juegos me tocó animar una gala de los Panamericanos en Miami, y Esteban y Marco Grimalt, eran embajadores de los “Panam Sports”, ¡y ahí estaban! Fue la primera vez que entablé una conversación más fluida con Esteban, aunque en ese entonces seguía procesando la separación. En realidad no estaba pendiente de nada, fue una época que estaba muy mal anímicamente. Muchos sabían eso, por lo mimo creo que él fue muy respetuoso conmigo y con mi situación.
¿Y cuándo nace el amor entre ustedes?
Tiempo después, coincidimos en el mismo gimnasio, y de repente me lo topaba. A él y a Marco. Una vez me acuerdo -todo esto el año pasado- Esteban me preguntó si tenía entrada para Lollapalooza, porque él tenía dos ¡Yapo! Buena onda, le acepté la entrada, pero yo fui con mi amiga Kel Calderón, para no hacer algo tan comprometedor. Quería evitar también malentendidos, porque estaba en la prensa ya que me estaba separando. Y bueno, ya ahí en Lollapalooza estuvimos conversando más en la buena onda, y después de eso, ya me empezó invitar a salir. Primero me invitó a comer a un restorán, a los dos días de nuevo, y así.
Esteban es una persona demasiado profunda, muy madura. Me ayudó muchísimo a levantarme en mis peores momentos. Es una persona demasiado buena. La verdad que nuestros primeros meses juntos fueron súper difíciles porque yo no estaba al cien, y él se lo bancó. Siento que está profundamente enamorado de mí, y yo también, totalmente, me siento muy feliz con él.